Mazda CX-30 MHEV, a prueba en México: reseña, opiniones, video y fotos

2022-11-10 18:23:50 By : Ms. Louise Liu

Nota de Motorpasión México

El Mazda CX-30 forma parte del tridente más exitoso de los C-SUV de entrada, donde junto al Toyota Corolla Cross y Volkswagen Taos lucha para convertirse en el favorito. A su vez, el CX-30 también fue uno de los primeros en ser elegidos por la marca para entrar a la era de la electrificación, aunque de una forma más ligera. Acompáñame a conocer al Mazda CX-30 MHEV.

Mazda encontró una forma muy buena hacer que los dueños de sus autos sientan que tienen un producto completo sin importar que adquieran una versión base. Y es que como la frase dice "el amor entra por los ojos", pero más allá de un gran trabajo en el diseño mismo del auto, han hecho que tanto una variante de entrada como la tope de gama luzcan iguales.

No existe esa diferencia tan marcada entre marcas en la que el modelo tope de gama que menos va a vender, es el que nos enamora en la publicidad. Pero una vez que vamos a ver el que nos interesa: uno de acceso o intermedio, simplemente no luce igual de atractivo por llevar rines más pequeños, piezas en plástico negro, faros de diseño distinto, etc.

En el caso específico de este CX-30 MHEV, su diseño es igual al de un CX-30 i Grand Touring o al de un Signature, salvo por los rines en color plata y no en color negro. Este CX-30 MHEV se basa en la versión i Sport, la de entrada y que como ya te decía, no tiene una imagen que lo haga diferente a los modelos más completos.

Por fuera podremos ver rines de 18", quemacocos, faros y calaveras LED, espejos al color de la carrocería y elementos en plástico de color negro en los contornos lo complementan. Si bien me gusta mucho como se ve, sigo creyendo que Mazda fue muy lejos con esos pasos de rueda en plástico negro, pues son mucho más grandes que los de cualquier otro C-SUV.

A simple vista no hay diferencias con un CX-30 más completo, aunque analizando a detalle, el i Sport MHEV solo pierde los faros dirigibles y espejos laterales caelfactables frente a un CX-30 tope de gama.

Desde que se lanzó el CX-30 hace un par de años, nos quedó claro que es el referente en su segmento en temas de interiores. Hoy sigue manteniendo esa etiqueta y es que al igual que sucede en el exterior, Mazda no recortó en materiales o acabados para sus versiones más accesibles.

Tenemos plásticos suaves e imitaciones de piel con contraste de color en el tablero, plásticos que simulan ser metal, una gran ergonomía y una calidad de ensamblado de buen nivel. Esto último especialmente bueno, porque recordemos que el CX-30 es de manufactura nacional.

El Mazda CX-30 se fabrica en la planta de Mazda en Salamanca, Guanajuato.

A pesar de ello no todo es perfecto, al igual que en otros Mazda, la marca optó por usar un plástico de color negro brillante para la consola central y algunas zonas al rededor de los controles de las ventanas en las puertas. De inicio el material se ve bien, pero esta unidad con 4,300 km en el contador, nos demostró lo rápido que se rayan. Si te haces de uno, es esencial que le consigas alguna película protectora.

Hablando de equipo, también nos encontramos con un nivel aceptable de elementos como: Pantalla de 8" que no es táctil —se controla a través de una perilla—, aire acondicionado automático de doble zona, cuadro de instrumentos parcialmente digital, ajuste eléctrico y memorias para el asiento del conductor; botón sport, encendido por botón y asientos en tela.

Tiene más que suficiente para ayudarnos a viajar cómodos, aunque lo único que siento que podría hacerle falta es una cargador inalámbrico para celular, conexión inalámbrica para CarPlay y Android Auto y tal vez darle una pantalla táctil, ya que para ciertas operaciones, el hacer todo con una perilla y botones puede tomar más tiempo del que deseamos.

De nuevo, frente a un Mazda CX-30 i Grand Touring lo que difiere es que este modelo MHEV no lleva asientos en piel, paletas detrás del volante y un Head up Display.

El espacio tampoco es uno de sus fuertes, sus medidas son más cercanas a las de un hatchback compacto convencional que a las de un C-SUV, especialmente en la banca trasera y en cajuela donde normalmente habrán 430 litros de capacidad si contamos hasta donde llega la tapa de privacidad, sin embargo, si contamos de suelo hasta tocar techo, hay unos 572 litros de capacidad.

El Mazda CX-30 cuenta con una estructura de carácter global y muy buenos resultados en pruebas de impacto, sin embargo, la configuración que se vende en México sigue sin incluir elementos que en otros mercados sí existen. Me refiero a las asistencias avanzadas a la conducción. Mientras que Taos y Corolla Cross las llevan de serie en toda su gama, el CX-30 se limita a ofrecer monitor de punto ciego y alerta de tráfico cruzado solo para la versión i Grand Touring y Signature.

El resto de la gama, incluyendo este MHEV, llevan de serie: 7 bolsas de aire, frenos ABS, control electrónico de estabilidad, cámara de reversa, sensores de proximidad traseros, monitor de presión en llantas y asistente de ascenso en pendiente.

Mecánicamente el Mazda CX-30 MHEV sí recibe cambios importantes, para empezar reemplaza el motor atmosférico de 2.5 litros de 186 hp y 186 lb-pie con uno de 2.0 litros, este motor nuevo produce 153 hp y 148 lb-pie de par.

A su vez se acopla un generador de 24 volts que produce hasta 6 hp para ayudarle a quitar esfuerzo al motor en arranques y alimentar varios elementos eléctricos como la iluminación interior y exterior, sistema de infoentretenimiento y aire acondicionado. Cabe mencionar que lleva una caja automática de 6 marchas y tracción delantera.

Este sistema Mild hybrid no es capaz de impulsar al vehículo por su cuenta, como te decíamos, solo asiste. El motor a combustión es el encargado principal de hacer esto. Es como si tú te estuvieras mudando y tienes que subir un colchón pesado al segundo piso, pero para lograrlo un amigo tuyo, algo más pequeño y con menos fuerza se ofrece a ayudarte. Tu harás el 95% del trabajo, pero el con su 5% de aportación, te hará un poco más sencilla la tarea.

Mazda dice que el ahorro frente a un CX-30 con motor 2.5 litros será del 14%, mientras que en su ficha técnica anuncian un consumo en ciudad de 15.7 km/l. En mis días al volante de este CX-30 mi mejor consumo fue de 14.1 km/l y el peor de 9.2 km/l. El primero propiciado por vías relativamente libres y una técnica de manejo eficiente. El segundo vino de al menos 6 horas en el estacionamiento más grande de Latinoamérica, es decir, el tráfico de la CDMX durante las mañanas y tardes.

Hay una mejora de consumo notable en este CX-30 aunque siendo sinceros la mejora viene en mayor parte por el motor de cilindrada más pequeño. El sistema Mild hybrid ayuda, sí, pero de una manera muy ligera. También cuenta con un sistema start & stop para ayudarnos a ahorrar cuando no nos movemos, incluso al frenar con cierta fuerza antes de detenernos en un alto o en el tráfico, el motor se puede apagar cuando aún no llegamos al alto total.

Aún con menos poder, este motor le va bien al CX-30, de hecho lo deja en cifras similares a las de sus rivales. Tal vez no es tan explosivo al acelerar, pero aún así se mueve con soltura en carretera y ciudad. Lo que no cambió fue su puesta a punto en suspensión y eso se agradece porque es otro factor que lo hacen referente en términos de dinámica.

Se siente plantado, se siente ágil, se siente cómodo, se disfruta estar tras el volante y hay un claro trabajo para hacer felices a quienes valoran una conducción dinámica, sin desatender a los que quieren solo confort. ¡Excelente trabajo, Mazda!

El CX-30 MHEV es un buen puente entre un modelo híbrido y uno tradicional. Su mecánica MHEV sí tiene un ahorro más perceptible, aunque se debe en gran parte al motor más pequeño. Sin embargo, hablando de precios está en un punto algo comprometedor. Cuesta $517,900. Frente a un CX-30 iSport común, el MHEV es 30,000 más caro y frente al i Grand Touring que es el tope de gama, pero sin motor turbo la diferencia es de 10,000 pesos.

A favor el CX-30 en general tiene el diseño, un manejo que con motor grande o chico es referencia por la gran calibración de la suspensión y refinamiento de marcha, los mejores interiores entre sus rivales más directos y un buen balance de equipo de comodidad. En esta versión MHEV puedes tener consumos buenos y algo mejores en muchas ocasiones que los de su competencia.

Sin embargo, esa competencia es verdaderamente feroz y es que el Toyota Corolla Cross en su única versión es la compra más inteligente, no hay forma de cuestionarlo. Cuesta menos que incluso la versión de acceso del CX-30, te da un poco más de espacio y tiene asistencias avanzadas. Eso sí, pierde mucho en manejo, eficiencia y refinamiento.

Por otro lado el Volkswagen Taos capitaliza en espacio, conectividad. también tiene asistencias desde la versión base y el precio está bien justificado.

El CX-30 es la compra más pasional y lo entiendo, al manejarlo después de haber conocido a los otros dos, mi corazón le pertenece y sería casi perfecto si tuviera asistencias como sus otros dos rivales más directos. De nuevo aquí es cuestión de enfoques y de nuestras prioridades.

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