Feria Maker de Roma: las tecnologías se unen y surge un mundo de soluciones

2022-11-10 15:59:14 By : Ms. Grace Yang

Los espectaculares avances de los últimos años en robótica, realidad virtual, automatizaciones, simulaciones... han emprendido un camino singular, lento pero seguro: el de la integración. Todas las tecnologías se están mezclando, alentadas además por la Inteligencia Artificial. Así se mostraron en el mayor encuentro ‘maker’ de Europa, celebrado en Roma. Lo mejor: que juntas afrontan más retos.

Vaya por delante el atractivo de una feria que reúne cada año, desde hace ya una década, las innovaciones tecnológicas del mundo, las que firman los pequeños emprendedores. Recorriendo hace unas semanas los expositores de la gran Feria Maker de Roma (MFR), invade sin embargo la sensación de ‘nada nuevo bajo el sol’. Las rompedoras innovaciones tecnológicas de hace unos años (robots, realidad virtual, automatizaciones, simulaciones...) parece que han dado paso a un tiempo de ‘más de lo mismo’. ¡Pero no es así!

Tras el desarrollo espectacular de las tecnologías, generado en gran parte por el movimiento ‘maker’, estas se están aproximando, se están mezclando lentamente; ¡ojo!, la inteligencia artificial las está reimpulsando a todas. Y de esa fusión surge un mundo nuevo de soluciones; las que ahora necesita el medio ambiente y las que se han visto este año en el mayor encuentro ‘maker’ de Europa.

La sostenibilidad ha sido la palabra estrella de la feria. Y, con ella, el concepto de economía circular, ese que alude al aprovechamiento de los residuos para volver a fabricar. Tomasz Poninski, un inversor privado de Polonia, de los muchos que acuden al encuentro de Roma, dijo in situ que, "ante el agotamiento de los recursos naturales, se necesitan leyes internacionales que faciliten soluciones ecológicas y baratas como las que vemos aquí".

Como continuación de la feria, ahora mismo, están abiertas las inscripciones en el Maker Learn Festival, que se celebrará del 14 al 18 de noviembre. Es un programa de cursos 'online', gratuitos y en inglés que ofrece MFR 2022 sobre las últimas tendencias en tecnología. Una semana de 'webinars', charlas y talleres de contenidos diversos, desde robótica a inteligencia artificial o industria 4.0. Formación y 'networking' via zoom, con solo registrarse.

Antes recordemos que ‘maker’ significa ‘hacedor de tecnología’ y que son ya muchas las personas con proyectos tecnológicos que buscan inversores para sacarlos adelante. Por eso, la Cámara de Comercio de Roma, organizadora de esta feria, ha invitado este año a un mayor número de inversores, que han convivido tres días con numerosos ‘makers’ italianos y algunos llegados de otras partes del mundo.

El reciclaje nos sale al paso nada más entrar en el recinto: unas personas juegan con un ajedrez gigante de cartón reutilizado. Es un proyecto de conversión de basura en diseño de la Universidad Roma Tre. Respecto al reciclaje, la sede de este año de la Feria Maker presta un buen ejemplo: el Gasómetro Ostiense, un conjunto de antiguas estructuras industriales, propiedad de Italgas, hoy muy próximo al centro de Roma y parcialmente rehabilitado.

¿Y cómo fomentar el reciclaje? Giorgia Leonardi, desde Be Aware, una de las numerosísimas ‘startups’ presentes, nos cuenta su proyecto: "En varios municipios del Lazio, hemos puesto sensores en cubos y en contenedores de basura para analizar si su uso es correcto o no. Si el ‘software’ comprueba que reciclas bien, pagas menos al servicio de recogida de basuras".

Otro proyecto de reciclaje es iFixit, un portal web en doce lenguas que ofrece guías, herramientas y piezas para arreglar cualquier cosa. Todo en código abierto, como es habitual entre ‘makers’. En un momento en el que la escasez de recursos naturales nos pide que reparemos más y que dejemos de generar gases de efecto invernadero con la fabricación, iFixit ha congregado a cuatro millones de ‘arregladores’. Y lo contó en Roma Matthias Mayer, director del portal en Europa.

Siguiendo el recorrido por la Maker Faire, hallamos expositores con biomateriales, un área que sí muestra importantes avances. Vemos, por ejemplo, prótesis vasculares que regeneran el tejido dañado de las venas, que se prueban en el interior de un aparato que reproduce el sistema cardiovascular. Prototipos valiosos en busca de inversión.

Paolo Netti, catedrático de Ingeniería de Biomateriales y Tejidos del Instituto de Tecnología de Nápoles, se refirió a la "biologización de los procesos de producción". Contó que "los nuevos materiales sintéticos, inspirados en la naturaleza, se unen por fin a los biológicos, fabricados con moléculas y proteínas" y que la "biofabricación de tejido humano in vitro" es ya una realidad; la ingeniería tisular es capaz incluso de "fabricar dolor in vitro" y de "restituir el tacto perdido".

Prototipos más y menos avanzados conviven al mismo nivel en la feria romana. Así, hallamos otro de bioplástico del Instituto de Educación, Innovación y Negocio de Croacia. Sus autores mostraron cómo, "cociendo maíz, patata y glicerina con agua y vinagre y dejándolo reposar tres semanas, se obtiene un material extrafuerte". Es la carrera de fondo hacia un mundo sin plásticos.

Entre el numeroso público que acudió a la MFR 2022, vimos tantas impresoras 3D y robots como otros años. Siguen siendo protagonistas, aunque sin grandes cambios. Quizá la principal novedad en estos dos campos ya veteranos de las ferias tecnológicas sea su nueva dimensión social. ¡Ah! Arduino sigue también en su trono.

Ya se imprime de todo en 3D, por eso las impresoras siguen siendo protagonistas de la Maker Faire, aun sin presentar grandes novedades. Las que se veían venir: multifilamento para imprimir en color, disposición para crear órganos humanos y construcción de grandes edificios con materiales de construcción; más ecológicos, hay que añadir, tratándose de una feria que ha puesto la sostenibilidad por delante de todo.

Crane Wasp es la impresora por módulos que construye casas de cuarenta metros cuadrados sobre una superficie de siete metros de diámetro y tres de altura. "Esto es lo mínimo que imprime; si se le añaden más grúas, construye hasta el infinito", explica Francesco de Fabritis, de Crane Wasp. Y funciona con tierra y fibra de arroz. "La idea es utilizar la tierra de la misma zona de obra, mezclada con paja natural". En Rávena tiene esta empresa un edificio impreso de muestra; es su campo de experimentación.

Biomattone es otro proyecto que mezcla fibra de ortigas con cal y agua como material de construcción. Giulia Trovatto y Rossella Zapalá, del Instituto Técnico Industrial S. Cannizzaro de Catania, son sus autoras y destacan las buenas prestaciones de este aislante ignífugo que, además, insonoriza. Otro material aislante que sorprendió en Roma fue el elaborado con pelo de perro.

La capacidad de la impresión 3D para personalizar todo lo que toca ha dado lugar a productos muy al servicio del bienestar: mochilas adaptadas al cuerpo para portar bebés, más resistentes además; otras para ir en moto; prótesis para rehabilitación post ictus; soporte para violín sobre el hombro; sillas con la forma de nuestro cuerpo; y zapatillas de punta de bailarinas/es. Así de variado era el expositor de Celine Cialfi y Marica Argiento, del Instituto Europeo de Diseño.

Otro escenario en la MFR de la vertiente social de la impresión 3D fue E-Nable Italia, un proyecto de ‘makers’ voluntarios que imprimen prótesis para niños y niñas que carecen de alguno de sus miembros. Y las regalan a las familias. Con diseños, algunas, de Iron Man, Batman o personajes de series de animación, hay manos y brazos para montar en bici, nadar o tocar el tambor. Incluso imprimen prótesis que se mueven gracias a sensores que detectan la tensión muscular. Margherita Lia, voluntaria de E-Nable, explica que, de paso, presentan estos dispositivos en los colegios "para animar al estudio de las ciencias". Doble misión cumplida.

Los sensores son perfectos asistentes de un sinfín de dispositivos. Por eso conquistaron todos los pabellones de la feria de Roma. Los hay de seguridad en fiestas, conciertos u otros eventos multitudinarios; una pulsera indica siempre al usuario la salida de emergencia más próxima. Para la salud, en forma de ‘wearables’ que vigilan nuestras constantes vitales. Para supervisar la agricultura de precisión, el transporte de mercancías y el reciclaje.

Son desarrollos, en su mayoría, de estudiantes de institutos tecnológicos, universidades y ‘start ups’. Tecnologías compartidas que buscan poner su granito de arena en el aumento del bienestar social. Muchos proyectos se mueven en el ámbito educativo, conscientes de que desde abajo se construye mejor. Aquí, los juegos han estado siempre presentes. Y, ahora, el metaverso se acerca muy efusivo.

Entre tanto, los robots van aprendiendo. Hace años que están ahí, pero ya nos observan y toman nota. "Están preparados para trabajar con humanos", asegura Edin Skaljic, director de un ‘fablab’ en Sarajevo. "Además –apunta–, la unión de robótica y realidad virtual los prepara para explorar espacios, limpiarlos, vigilarlos...; y cada vez con más autonomía". A Skaljic le gustó también encontrar en Roma "tantas soluciones para el ahorro", como las luces presenciales para la calle de NextLight, y componentes electrónicos ya tan baratos, "por su producción masiva", y más pequeños y flexibles.

En la Feria Maker de Roma hay robots por todos lados: el solicitado camarero multitarea del evento; los que hablan con los visitantes por los pasillos; los que practican su destreza con el reconocimiento facial o imitan los movimientos del público; los que juegan partidos de fútbol con gran presencia de aficionados; y los que vendimian con la empresa Italian Beauty, gracias a la inteligencia artificial de que están dotados. Los humanoides siempre tienen más gente alrededor.

Los robots futbolistas aprenden solo a base de computación. Juegan como un verdadero equipo y "la comunicación entre ellos es cada vez más rápida". Lo señala una de sus entrenadoras, Diana Kleingarn, de la Sapienza Università di Roma. "La inteligencia artificial se emplea más para reconocimiento de imágenes", dice. Kleingarn y su grupo de investigación formaron este singular equipo para competir en la Robo Cup 2022 de Bangkok y, así, partido a partido, van mejorando la tecnología, "con resultados extrapolables a otros campos, para vehículos autodirigidos, para ayudar en casa o cuidar del medio ambiente". Nunca saben cuándo va a ganar el equipo.

Pasen a la Feria Maker de Roma y vean: mosquitera electrificada para combatir la malaria; caja vibradora para acunar bebés; arte cinético para ayudar en la meditación; bisutería made in Ucrania sobre mecanismos antiguos de relojería; tecnología para reanimar a Leonardo da Vinci; collar para perros siempre conectados al dueño; huertos robóticos; electrónica para el autismo; enzima que detoxifica el gluten; laboratorios a domicilio; personas invidentes con gafas que detectan obstáculos; ‘software’ que guía la fermentación de los alimentos, otro que controla la temperatura de casa y uno de reconocimiento facial para luchar contra el ‘bullying’; caja mágica para seguimiento de mercancías; peluches electrónicos que estimulan a personas autistas; drones submarinos; ‘app’ para alquilar o compartir cosas que no utilizas habitualmente, de la ‘start up’ Dock3; filtro de agua hecho con arcilla e impreso en 3D, del fablab de Barcelona; matemáticas que velan por la calidad de los productos y las comunicaciones; traductor semántico con 20 billones de conceptos; tecnologías que generan arte y espectáculos; caja de música de Arduino para componer...

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