El Mercedes-Benz Clase S (W223) vuelve con una nueva generación cargada de potencial. Entre sus características más novedosas vemos la hibridación, tanto en formato mild hybrid como un híbrido enchufable. Por supuesto, también se ofrecen los tradicionales motores de combustión en gasolina y diésel. Hoy probamos el Mercedes-Benz S 400d 4MATIC.

Tampoco pasa desapercibida la enorme pantalla táctil central con la última configuración de infoentretenimiento MBUX y abundante confort en las plazas posteriores. Pone la guinda del pastel la tecnología de seguridad activa, más completa que nunca gracias la elevación pre-accidente o los airbags para las plazas traseras. Es, sin duda alguna, el coche más tecnológico.

Tras el debut del nuevo Mercedes-Benz Clase S, poco a poco hemos ido viendo aparecer todas las versiones que conformarán la gama, desde el lujoso Mercedes-Maybach V12 y su Edición 100 de aniversario hasta el Mercedes-Benz Clase S Guard, o dicho de otra forma, el Clase S blindado con el que se harán millonarios y políticos de todo el Globo. Solo faltan los AMG.

Disponible con batalla corta y larga, entre principales sus rivales están el BMW Serie 7, el Audi A8 y el Lexus LS. En los dos primeros también encontramos versiones híbridas enchufables, mientras que el modelo japonés apuesta por la hibridación convencional. Del Clase S no hay una versión eléctrica, pero sí un modelo eléctrico basado en él, el Mercedes-Benz EQS.

Los cambios exteriores llevan al Clase S a la era moderna. Ahora el modelo se encuentra más integrado en la actual y extensa gama de la marca de la estrella. El capó es visiblemente más largo y tras la flamante estrella que hace de punto de mira, da paso a un frontal cargado de tecnología. En la remozada parrilla vemos los radares frontales y una cámara del sistema 360º.

La resolución de estas cámaras es probablemente la mejor del mercado y ofrece múltiples vistas, como podéis ver en las imágenes. Si se hace uso de la ayuda activa para aparcar con la cámara de 360°, el vehículo aparca con facilidad en huecos estrechos y puede reconocer si alguien se mueve en las inmediaciones del espacio previsto para estacionar.

Tampoco pasan desapercibidos los tecnológicos faros. De serie equipa iluminación MULTIBEAM LED, pero esta unidad monta los sensacionales DIGITAL LIGHT. Implementan funciones completamente nuevas, como la proyección de líneas auxiliares o símbolos de advertencia sobre la calzada:

Su funcionamiento es sencillamente sublime. DIGITAL LIGHT posee en cada faro un módulo de iluminación con tres LED de alta potencia y 1,3 millones de espejos, que reflejan y refractan la luz. Cada vehículo alcanza una definición mayor de 2,6 millones de píxeles. En el extremo inferior, el paragolpes y las tomas de aire varían con el acabado seleccionado.

En la vista lateral, el pilar C fluye suavemente hacia el marcado hombro trasero. Las puertas, libres de ornamentaciones, tienen una superficie realmente grande y los cristales posteriores son tintados. No menos llamativas son las manetas de las puertas retráctiles e iluminadas al más puro estilo Tesla; así como unos espejos retrovisores más aerodinámicos.

Para las llantas encontramos tamaños de hasta 21 pulgadas. En este caso tenemos unas llantas de que calzan neumáticos Pirelli P Zero en dimensiones 255/40 R20 101Y en el eje delantero y 285/35 R20 104Y en el trasero. Para el exterior encontramos hasta 14 colores con tonos más bien clásicos y acabados variados. En este caso vemos un Gris Selenita metalizado.

Varían las dimensiones, siendo más largo, más ancho y algo más alto. Para mantener las proporciones, también cuenta con una batalla ligeramente extendida. Hablamos de 5.18 metros de largo, 1.92 metros de ancho y 1.50 metros de alto en esta batalla corta. La distancia entre ejes es de 3.106 mm y el coeficiente de resistencia aerodinámica de 0,22.

Por primera vez en tres generaciones, la Clase S tiene luces traseras horizontales. La visibilidad por la luna trasera es buena y el portón trasero es eléctrico. En el extremo inferior ponen el toque deportivo el difusor y las salidas de escape cromadas. Sobre el techo descansa opcionalmente un techo solar panorámico y apertura eléctrica.

Como opcionales para el exterior cabe destacar el Paquete Night (elementos en negro en lugar de cromados), cristales laminados de seguridad antirrobo con aislamiento térmico y acústico, parabrisas calefactado y seguro adicional para la puerta del maletero.

Una vez entramos en su tecnológico habitáculo, destaca la presencia de la nueva pantalla táctil de 12,8 pulgadas (11,9 pulgadas de serie con resolución de 1.624 por 1.728 píxeles). Es una configuración OLED. En comparación con una pantalla LCD tradicional, ofrece gráficos más nítidos, negros más profundos y colores más naturales.

Además, la pantalla consume un 30 por ciento menos de energía. Se trata de una pantalla flotante vertical que nos da acceso a un sistema MBUX muy sofisticado. La única pega, que prácticamente todas las funciones quedan dentro de la pantalla, aunque es cierto que el menú de climatización bizona siempre está visible. Como si fueran botones físicos. En opción hay uno trizona.

En su segunda generación, el MBUX está interconectado con prácticamente todas las funciones del vehículo. Resulta tan sorprendente que, gracias a unas cámaras ubicadas en el techo, es capaz de interpretar nuestros movimientos para activar automáticamente determinadas funciones, como ajustar los espejos retrovisores con solo mirarlos.

Otra función curiosa es la apertura del parasol posterior con solo mirar a la luneta trasera; o el encendido automático de las luces interiores cuando buscamos algo. A todo ello se suma un mayor número de controles táctiles, como los del volante, el volumen o la cortinilla del techo solar. La única pega es que el control es mucho menos preciso que con la botonería física.

El sistema multimedia también incluye control gestual e incorpora protección mediante PIN, huella dactilar, reconocimiento facial y voz. Tampoco falta un gran control de las funciones del vehículo desde la aplicación Mercedes Me. Si el MBUX ya era el mejor sistema del mercado, ahora estamos ante un conjunto simplemente espectacular.

Por su parte, la función de navegación de realidad aumentada y los comandos de voz también reciben algunas actualizaciones para ser aún más naturales. La navegación AR ahora proyecta una lectura más nítida en la pantalla de visualización frontal. Desde luego, a la fluidez, gráficos, nitidez y manejo de todas las pantallas y cámaras no se les puede sacar pega alguna.

El sistema de control por voz reconoce desde que asiento le están hablando.

El cuadro de instrumentos digital es uno de los platos fuertes de este coche, ya que ahora ofrece en opción una vista en 3D y mayores opciones de personalización. Es cierto que en algunas ocasiones puede llegar a marearnos, pero basta con desactivar la opción en el acceso directo de la pantalla flotante. La pantalla siempre tiene un tamaño de 12,3 pulgadas.

Pese a tratarse de un sistema nuevo, tanto la instrumentación como el Head-Up Display funcionan realmente bien, sin fallos y con gran agilidad. El interior se ha digitalizado hasta límites insospechados. Lo que menos convence respecto a sus rivales directos es la calidad de algunos materiales empleados y los ajustes entre las diversas piezas.

Sin ser ni mucho menos malos, el conjunto no aporta el empaque y la sensación de solidez y exclusividad de, por ejemplo, un BMW Serie 7 o un Lexus LS. Hay más sensación tecnológica que de lujo. A ello contribuye, además de las pantallas, un completo sistema de iluminación ambiental LED con hasta 64 colores que te hace sentir a bordo de una nave espacial.

Los asientos delanteros pueden tener unos acolchados laterales inflables activos.

No menos interesantes son los asientos ergonómicos de alto confort con infinidad de ajustes eléctricos y memoria. Estos asientos también ofrecen opcionalmente calefacción, ventilación y nada menos que 10 funciones de masaje diferentes. Para los reposacabezas se ofrecen unos cómodos cojines. Si quieres ir como un señor en cualquiera de las plazas, no hay pega posible.

Cuatro rejillas de ventilación orientadas horizontalmente se ubican en la parte superior del salpicadero. Dependiendo de la moldura, Mercedes ofrece acabados en fibra de carbono, negro piano, madera y mucho más. También hay múltiples opciones disponibles para los tapizados. Brutal es el equipo de sonido de 30 altavoces con 8 bajos 4D Burmester.

Otra novedad es el volante, que tiene controles capacitivos actualizados, sensores para los pulgares, calefacción y ajuste eléctrico. Lo que menos me ha gustado es que muchos de los controles sean táctiles y en negro piano. Debido a ello, con la suciedad o el sudor hay veces que no responden a nuestras órdenes. En otras ocasiones, activamos las funciones por error.

Gracias a su mayor distancia entre ejes y a sus proporciones mejoradas, la nueva Clase S también cuenta con un poco más de espacio interior que su predecesora. El espacio para la cabeza y el espacio para las piernas son casi iguales y sobresalientes, pero el espacio para los codos en la parte delantera aumenta. El A8 y el Serie 7 ofrecen menos espacio atrás.

Adicionalmente hay tres pantallas opcionales disponibles en la parte trasera: dos pantallas de entretenimiento de 11,6 pulgadas montadas en los respaldos de los asientos delanteros y una tercera tableta extraíble de 7,0 pulgadas en la consola central como parte del paquete Business Center Console. Tampoco faltan cortinillas, asientos eléctricos calefactados, control de clima…

En la versión de batalla larga se pueden pedir solo dos plazas traseras, con una consola plagada de funciones en el centro.

Respecto al maletero, ambas opciones de carrocería cubican un total de 550 litros en las versiones de combustión interna. Esta cifra se reduce hasta los 350 litros en el híbrido enchufable. Además, el maletero está sin tapizar en su parte superior, con chapa vista. Sí tiene iluminación, toma de 12 V, algunas sujeciones y diversas bolsas con los cables y accesorios.

La nueva Clase S de Mercedes-Benz está disponible con motores diésel, gasolina y un híbrido enchufable. La única pena es no encontrar un PHEV asociado a un motor diésel como ocurre en otros modelos de la gama del fabricante. En todos los casos la caja de cambios es automática de convertidor de par y nueve relaciones (9G-Tronic). Estas son las versiones:

El Mercedes-Benz S 400d 4MATIC equipa un bloque diésel de seis cilindros en línea. Está fabricado en aluminio y cuenta con una cilindrada de 2.925 cm3, dos árboles de levas en la culata, inyección directa por conducto común, geometría variable, turbo, intercooler y Start/Stop. Pese a tratarse de una mecánica diésel, la sonoridad del motor no es apreciable en prácticamente ninguna circunstancia.

Desarrolla una potencia total de 330 CV (243 kW) entre 3.600 y 4.200 rpm. Como podrás imaginar, son cifras más que suficientes para moverse con mucha soltura en cualquier circunstancia. Se complementa con un par de 700 Nm disponibles entre 1.200 y 3.200 rpm, lo que le permite ofrecer un buen empuje desde abajo y en un amplio rango de vueltas.

Puede parecer que esta potencia para el peso de semejante berlina se queda justa, pero asociado a la transmisión automática de nueve relaciones es muy aprovechable. Además, tiene mucho tirón, empezando a empujar con fuerza realmente a partir de las 1.500 rpm. En una conducción tranquila, la transmisión sube de marcha en el entorno de las 1.700 vueltas.

Esto ayuda a contener los consumos, complementándose con el sistema Start/Stop, cuyo funcionamiento es realmente suave. Con sus cifras de potencia es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5.4 segundos, recuperando de 80 a 120 km/h en 4.0 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 250 km/h. En carretera el motor gira a solo 1.400 rpm a 120 km/h en 9ª velocidad.

El 400d supone un salto importante en precio respecto al 350 d, que también ofrece tracción total 4MATIC y unas cifras similares. Por esa razón, salvo que te guste tener mucha reserva de potencia bajo el pie derecho o acostumbres a viajar muy cargado, no resulta interesante dar el salto por encima de los 300 CV.

Respecto a los consumos, la marca homologa un combinado en ciclo WLTP de 6.7 l/100 km, dato que he podido comprobar que se aleja ligeramente del consumo real. Pese a ello, este se mantiene razonable. Durante la prueba, el consumo medio se detuvo en los 7.5 litros, ascendiendo a los 9.2 litros en ciudad y bajando hasta los 6.7 litros en carretera.

El depósito de combustible tiene una capacidad de 76 litros.

Adicionalmente encontramos varios modos de conducción: Individual, ECO, Comfort, Sport y Sport+, con un apreciable salto en reacciones entre ellos. Varían distintos parámetros de la dirección la suspensión, el motor, el cambio… al tiempo que algunos de ellos ofrecen la posibilidad de personalizarse con un ajuste individual.

En cuanto al ya conocido cambio 9G-Tronic, este se muestra tan suave y rápido como en el resto de los modelos de la gama que lo equipan, siendo prácticamente imperceptible. La palanca no tiene un modo secuencial ni posición Sport, pero sí encontramos levas de aceptable tamaño en aluminio tras el volante que giran solidarias.

No hay nada como viajar a bordo del Clase S. Su comodidad es superior a la de sus rivales porque, literalmente, parece que vayas flotando sobre el asfalto. A cambio, no se siente tan ágil como, por ejemplo, un BMW Serie 7, que es la referencia en este sentido. También a la vanguardia está en tecnología, con algunos de los sistemas más avanzados que existen.

La comodidad es algo que podríamos esperar en una berlina semejante, enfocada a los largos viajes por carretera. Sin embargo, sorprenden los rápidos cambios de apoyo y la sutileza con la que se mueve, resultando extremadamente seguro, estable y fácil de conducir incluso a un ritmo elevado por cualquier tipo de vía. El trabajo realizado por los ingenieros ha sido brillante.

De serie monta la suspensión neumática AIRMATIC con amortiguación regulable progresiva ADS+. Ya de por sí es sensacional, pero el tren de rodaje activo opcional E-ACTIVE BODY CONTROL basado en una red eléctrica de 48 V ofrece una síntesis singular de confort y agilidad. Además, mejora la protección en una colisión lateral al levantar 80 mm el vehículo.

En el eje delantero de la nueva Clase S se monta un eje de cuatro brazos con la mayoría de las piezas forjadas de aluminio. El eje trasero multibrazo es un desarrollo completamente nuevo, necesario para poder integrar la dirección del eje trasero (que es también de serie). No hay otro coche en el que se viaje más aislado tanto del ruido como de las vibraciones del asfalto.

Cabe mencionar que, en el modo Comfort, la suspensión AIRMATIC reduce la altura libre al suelo en 10 mm a partir de 120 km/h y en 10 mm adicionales a partir de 160 km/h. En el modo Sport, la carrocería va 10 mm más baja que en el modo Comfort y 17 mm más baja en el modo Sport+. Hasta 60 km/h, podemos elevar manualmente la suspensión en 30 mm.

Con el tren de rodaje E-ACTIVE BODY CONTROL encontramos un modo adicional denominado Curve, que mitiga el efecto del balanceo y cabeceo en zonas de curvas. El sistema puede recuperar energía eléctrica al pasar sobre firmes en mal estado y funciona junto con el sistema Road Surface Scan, que analiza el firme para anticipar la suspensión a lo que va a ocurrir.

En tramos más revirados, si bien no se siente tan preciso y vivo como un Porsche Panamera o un BMW Serie 7, sorprende la elevadísima sensación de seguridad que aporta. Los límites quedan muy lejos de alcanzarse y goza de una dirección rápida y precisa como para llevar a cabo cambios ágiles de apoyo y trayectoria. Peca ligeramente en feedback por su asistencia.

Donde más apreciables son sus virtudes es en el modo Sport+, que es cuando mayor agilidad logramos sin renunciar en absoluto a la comodidad. Desde luego, el equilibrio entre dirección, suspensiones y eje trasero direccional es sensacional. De serie, el diámetro de giro es de 12,5 metros entre paredes, pero podemos reducirlo en hasta dos metros.

Podemos equipar dos sistemas de dirección en el eje trasero. El más sencillo puede girar las ruedas posteriores hasta 4,5º y el más completo, hasta 10º. El segundo rebaja el diámetro de giro de los 11 metros incluso en la variante de carrocería larga, un excelente dato. En ambas opciones la dirección tiene una desmultiplicación un 15% más directa.

A menos de 60 km/h, las ruedas traseras giran en sentido inverso a las delanteras. A más de 60 km/h giran en el mismo sentido. Eso sí, las llantas de mayor diámetro que podemos equipar si optamos por el eje trasero direccional más costoso son las de 20 pulgadas. La insonorización alcanza un nivel superior de serie, pero se ofrecen en opción cristales laminados.

Otra gran novedad es que el Clase S tiene más de 50 dispositivos electrónicos que pueden actualizarse over-the-air (de manera inalámbrica). Entre ellos están incluidos el sistema MBUX, el software de la instrumentación digital, los sistemas de ayuda a la conducción y los faros MULTIBEAM LED. De todo ello aporta gran información la app Mercedes ME.

En cuanto a los sistemas de asistencia a la conducción y de seguridad, estamos ante uno de los vehículos más avanzados que existen. Todos los asistentes tienen un funcionamiento sobresaliente y a ellos se unen elementos de seguridad como el PRE-SAFE Impulso Lateral, un airbag frontal para los pasajeros de atrás o un airbag central delantero.

Destaca por suavidad el programador de velocidad activo, combinado con el sistema de mantenimiento y centrado en el carril. Según Mercedes-Benz, el coche tiene la capacidad de comprender cambios estructurales en el carril y de realizar cambios de carril de forma automática (busca un hueco durante un tiempo máximo de 15 segundos).

También mayor es la capacidad de realizar maniobras automatizadas, con una vigilancia constante del entorno. Detecta incluso el movimiento de la mano para abrir la puerta y avisarnos anticipadamente de que viene un vehículo. Tampoco falta la alerta por tráfico cruzado, la frenada de emergencia en ciudad, el sistema de aparcamiento autónomo…

Más adelante llegará a Alemania el DRIVE PILOT, que alcanza un nivel 3 de conducción autónoma e incluso un nivel 4 en las maniobras de aparcamiento. En el resto de los países lo veremos cuando la legislación y la infraestructura estén preparadas para ello. Ponen la guinda del pastel las funciones Urban Guard (alarma volumétrica, protección antirremolque…).

A nivel de equipamiento, el Mercedes-Benz Clase S puede llevar prácticamente cualquier elemento de confort y de seguridad que se te ocurra. La dotación de serie incluye faros LED Multi-Beam, luces traseras LED, climatizador automático de dos zonas, tapicería de cuero, volante multifunción forrado en cuero napa, elementos decorativos en madera de álamo…

También de serie son el paquete espejos y memoria, asientos traseros con calefacción (versión larga), escáner de huellas dactilares, sistema de navegación «MBUX Premium», Mercedes me connect, conectores USB-C, sistema de seguridad PRE-SAFE, ATTENTION ASSIST, paquete aparcamiento con cámara trasera y dirección activa en ruedas traseras, entre muchos otros.

Como estarás imaginando, la lista de opcionales es de lo más extenso y también de lo más caro en la gran mayoría de los casos. Todo está pensado para llevar el confort a un nuevo nivel. Los precios de la gama Mercedes-Benz Clase S 2022 sin descuentos ni promociones son los siguientes:

Aunque el diseño exterior del Mercedes-Benz Clase S 2021 pueda ser continuista, el buque insignia de cuatro puertas debuta con una larga lista de equipamientos tecnológicos, asistentes a la conducción y tecnologías de seguridad que prometen hacer de este el coche más seguro de la industria. Si puedes pagarlo, te va a enamorar.

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