El sueño de Tutankhamón, la nueva novela de Antonio Cabanas

2022-11-10 17:52:52 By : Ms. Annie Chang

ACTUALIDAD CIENCIA NATURALEZA TESTS EDICIÓN IMPRESA

ESCAPADAS GRANDES VIAJES VIVIR VIAJANDO SELECCIÓN DE PLAYAS TURISMO SOSTENIBLE MAPAS Y VIAJES MULTIMEDIA HOTELES Y ALOJAMIENTOS ESPAÑA PAÍSES

Pulsa y descubre la foto del día completa

Actualizado a 03 de noviembre de 2022 · 17:19 · Lectura:

Estás a un clic de conocer la historia mejor que nadie.

Disfruta de la edición especial Atlas histórico a un precio especial por ser suscriptor.

La pluma de Antonio Cabanas nos ha regalado numerosas y apasionantes historias ambientadas en el antiguo Egipto: El ladrón de tumbas, La conjura del faraón, Los secretos de Osiris, El sueño milenario, El hijo del desierto, El secreto del Nilo, El camino de los dioses y Las lágrimas de Isis son algunos de los títulos que han dado vida a personajes históricos y a otros de ficción, pero siempre con la recreación rigurosa de los ambientes del antiguo Egipto.

Ahora, el exitoso escritor vuelve a la carga con el personaje que es, sin lugar a dudas, el más conocido de la historia del antiguo Egipto: el joven faraón Tutankhamón, del cual paradójicamente se sabe relativamente poco. Tutankhamón es conocido sobre todo por el descubrimiento de su tumba, hace exactamente 100 años: entre el 4 y el 26 de noviembre de 1922 que realizó el equipo del arqueólogo Howard Carter. Tras varios años de investigación y excavaciones Carter encontró su hipogeo en el Valle de los Reyes, en la orilla oeste de Luxor, sepultado bajo la arena y los escombros que lo habían protegido de los saqueadores durante miles de años.

Ahora, 3.000 años después de su misteriosa muerte, la nueva novela de Cabanas, El sueño de Tutankhamón, explora la vertiente más personal y desconocida del joven faraón.

Entre los casi 5.400 objetos que se encontraron en la tumba del faraón, no había tan solo uno que pudiese arrojar algo de luz sobre quién era el hombre (o más bien adolescente) llamado Tutankhamón. Durante un siglo, los egiptólogos han investigado este personaje en busca de respuestas a dos grandes preguntas: quiénes fueron sus padres y cómo murió.

La segunda pregunta tiene a día de hoy una respuesta que apunta a un accidente – provocado o no, ya es otro asunto – mientras conducía su carro, seguido probablemente de una complicación de las heridas, ya que el faraón no gozaba de buena salud. La primera cuestión es más complicada: los análisis de ADN han identificado a su padre como el “faraón hereje” Akenatón y a su madre como la mujer cuya momia es llamada “la Joven Dama” y, aunque su identidad es desconocida, era hermana del mismo Akenatón. Se han propuesto diversos nombres como el de la reina Nefertiti o Kiya, ya que ambas fueron esposas de este último.

Tutankhamón fue coronado faraón con apenas ocho o nueve años y reinó por otros nueve, por lo que a menudo se le llama “el faraón niño”. En la práctica el poder estaba en manos del hombre fuerte del reino, el general Horemheb, que años más tarde ocuparía también el trono. Es probable, pues, que Tutankhamón tuviera poco poder real o incluso ninguno y que las decisiones las tomaran el propio Horemheb y el sacerdote Ay, como representantes del ejército y el clero.

Sobre el joven Tutankhamón recaía el pesado legado de su padre, el “faraón hereje” Akhenatón que había apartado a los antiguos dioses de Egipto en favor de un único dios: Atón, el disco solar. Él mismo, al nacer, fue llamado Tutankhatón, y su cambio de nombre simboliza el retorno del antiguo orden, con el dios Amón como figura central del panteón egipcio. Sin embargo, se sabe muy poco acerca de qué tipo de persona era y lo que se sabe se ha deducido principalmente a partir de los objetos de su tumba: seguramente le habría gustado la caza, a juzgar por los carros y arcos que poseía; y amaba (o al menos, así lo decía su ajuar) a su esposa – y probablemente hermana – Ankhesenamón.

A partir de estos trazos, Antonio Cabanas reconstruye la historia del faraón adolescente con una atractiva mezcla entre la rigurosidad que le permite su conocimiento del antiguo Egipto y la libertad que consiente la narrativa; que es, al fin y al cabo, la única forma de dar vida al faraón más famoso y a la vez uno de los más desconocidos de la historia. En este caso, la historia gira alrededor de la amistad del rey con un humilde pescador llamado Nehebkhau, quien posee el don de encantar a las cobras, animal sagrado y protector de los faraones.

La novela de Antonio Cabanas llega coincidiendo con el centenario del descubrimiento de la tumba de Tutankhamón, considerado como el mayor hallazgo de la historia de la egiptología y uno de los más importantes de la arqueología en general. Y es que la fascinación que despierta Tutankhamón, aparte del hecho de ser el último exponente del periodo de Amarna – que abarca el reinado de Akhenatón y sus inmediatos sucesores –, está ligada a su tumba.

El 4 de noviembre de 1922, un trabajador del equipo de Howard Carter encontró un peldaño asomando entre la arena del Valle de los Reyes. Poco a poco, las tareas de limpieza revelaron lo que Carter tanto había buscado: una tumba real; más aún, una tumba que había escapado de los saqueadores, puesto que los sellos estaban intactos. Después de tres semanas de trabajos, el arqueólogo y su mecenas, el noble Lord Carnarvon, llegaron a la puerta de la cámara funeraria. Tras echar un vistazo al interior a través de un agujero practicado a la pared, Carnarvon preguntó a Carter si veía algo y este respondió con su legendaria frase: “Sí, cosas maravillosas”. Carros, muebles, objetos personales y, por supuesto, la momia del faraón, cubierta con su inconfundible máscara de oro.

La tumba de Tutankhamón sorprendió por sus tesoros, pero no es una sepultura a la altura de un faraón: pequeña, muy sencilla y poco decorada. Y es que probablemente aquella no estaba destinada a ser su lugar de reposo y fue una solución de emergencia ante la muerte temprana del rey. El libro de Cabanas explora una fascinante teoría propuesta por el egiptólogo Nicholas Reeves: que la tumba de Tutankhamón forma parte de un complejo mayor en el que se halla también la momia de Nefertiti – lo cual probaría que esta fue su madre – y por ello se aprovechó para darle un lugar de sepultura.

Cien años después del descubrimiento, Tutankhamón sigue despertando fascinación incluso entre aquellos que no son expertos en la historia del antiguo Egipto. Un faraón que, a pesar de su breve reinado y de que su vida y personalidad siguen estando envueltas en el misterio, sigue viviendo en las páginas de libros como El sueño de Tutankhamón.

El sueño de Tutankhamón

Arqueólogos de la Universidad de Jaén han descubierto la tumba de un importante gobernador del Antiguo Egipto en la necrópolis de Qubbet el-Hawa, en Asuán

La arqueóloga Hilke Thür reafirma su hallazgo: los huesos hallados en el Octágono, en Éfeso, son de la hermana de Cleopatra

Se trata de una copia exacta de la sepultura del faraón, que se instalará en la necrópolis del Valle de los Reyes, donde se halla la tumba original

Misterios y curiosidades del antiguo Egipto

Tecnología en el Antiguo Egipto

50.000 monedas de oro, plata y cobre

Apúntate a los newsletter que más te interesen y recibe gratis los mejores reportajes, fotografías, y noticias cada semana en tu email.

Suscribiéndote a uno de los newsletters de National Geographic, estás aceptando la Política de Privacidad

Alimenta tu curiosidad por solo 49,95€ al año

Explora nuevos destinos por solo 49,95€ al año

Da un paso más en la historia por solo 49,95€ al año

Lo más visto del mes

Batallas de la II Guerra Mundial

SUSCRÍBETE Y CONOCE LA HISTORIA MEJOR QUE NADIE

Y disfruta de un espectacular número cada mes en tu casa

¿Deseas dejar de recibir las noticias más destacadas de Historia National Geographic?